sábado, 29 de diciembre de 2018

Miedo.

El miedo según el diccionario es una alteración del ánimo que produce angustia ante un peligro o un eventual perjuicio,ya sea producto de la imaginación o de la propia realidad.


Yo creo que el significado del miedo va más allá de eso, la definición es muy simple y le quita el peso o importancia para lo importante que es esta emoción. 


Para mí el miedo es algo que sentimos en varios momentos de nuestras vidas, ya sea antes de un examen, de tomar una decisión importante o algo que sabemos que va a cambiar nuestras vidas, no importa si para bien o para mal, pero esa acción o decisión va a modificar nuestra forma de vivir, entonces ahí es cuando el miedo aparece y en ocasiones lo estropea todo. Porque por miedo, muchas veces nos reprimimos de hacer cosas que realmente queremos hacer, por miedo retrasamos nuestras decisiones.


No creo que haya una persona que no lo tenga, todas las personas tenemos miedo, a algo, a alguien, a algunas situaciones en especial, porque el miedo siempre va a estar ahí para ver si puede tomar posesión de nosotros y volvernos sus esclavos.


¿Por qué dije que puede volvernos sus esclavos? yo conozco gente que es esclava del miedo, deja de hacer cosas que le gustan o no hace aquellas que imagina que puede ser feliz haciéndolas, se privan de perseguir sus sueños, de confesarle a la persona que aman lo que sienten y muchísimas cosas más.



Fui esclava del miedo durante muchísimo tiempo, no hacía ciertas cosas por el miedo a lo que dirían de mí, por el miedo a fallar, a decepcionar, a cambiar mi vida para mal pero hoy digo basta, hoy digo basta y no quiero que el miedo nunca más vuelva a tomar las riendas de mi vida, porque me siento tan bien haciendo estas cosas que en el pasado tenía miedo de hacer, esto me hace tan feliz que me dan ganas de dejar de ser esclava de esta emoción para siempre y reducirla simplemente a como el diccionario la describe.


Y no se confundan, no digo que nunca más voy a volver a sentirlo, porque siempre está, siempre está a la espera de que le hagamos caso pero a lo que me refiero es a que nunca más voy a dejar que esta simple emoción controle mi vida, es hora de que yo misma tome el control sin contar cuanto miedo sienta o las consecuencias de las decisiones que tome.


¿y ustedes? ¿Se animan a luchar contra el miedo?





Gia.

                                    

viernes, 28 de diciembre de 2018

¿Decepcionar o decepcionarme?

A veces hacemos cosas que no nos hacen felices solo para no decepcionar las personas que nos quieren y que confían en nosotros, o simplemente para no lastimarles con nuestras acciones, ¿pero que hay de nosotros? ¿Qué hay de lo que queremos?

Si esas personas son tan importantes para nosotros deberían entender las decisiones que tomamos día a día, sin importar si les van a gustar o las van a rechazar, porque después de todo vamos a convivir con  nosotros mismos toda la vida, mientras ellos van a estar de paso por esta.

Antes de hacer cualquier acción deberían preguntarse ¿Prefiero decepcionar a las personas que quiero? ¿O prefiero decepcionarme a mí misma? La respuesta es simple amigos míos, nunca elijan decepcionarse a ustedes mismos porque eso no les dará felicidad y no los dejará vivir felices.

Hace tiempo, cuando lo que estaba estudiando los resultados no eran lo que esperaba, y ya no me hacía feliz, estuve en una encrucijada porque sabía que si dejaba la carrera iba a decepcionar a mi familia y si no la dejaba me iba a decepcionar a mí misma, estuve meses en aquella callejón que me quitaba el sueño y las ganas de seguir adelante.

Finalmente decidí por decepcionar a mi familia, pero no decepcionarme a mí misma, mi familia cada que puede me recuerda lo dolida y enojada que está conmigo por haber dejado lo que estaba estudiando, pero yo hago oídos sordos, porque sé que elegí el camino correcto; el camino de no decepcionarme y de por primera vez e
n la vida ponerme primero a mí y a mís intereses más allá de lo que los otros esperaban de mí. No les voy a decir que fue fácil porque no lo fue, pero no les puedo explicar el alivio que se sintió por fin haber elegido mi propio camino, por primera vez en mi vida.

Recuerden que siempre hay escucharse a si mismos y nuestros propios deseos, es lo único que nos hará felices, por favor, nunca vayan por el camino de decepcionarse a ustedes mismos.

                                                       Gia.


A veces.

A veces siento ganas de gritar, de liberarme, de quedarme sin voz.
A veces siento ganas de recibir un abrazo que reconstruya todas y cada una de mis partes rotas.
A veces siento ganas de llorar hasta que no me queden lágrimas.
A veces siento ganas de decir todo lo que me guardé porque, a veces, siento que me ahogo en la máscara de la chica fuerte que cree, para que todos alrededor la vieran, o tal vez solo para mentirme a mí misma y hacerme creer que soy fuerte.
A veces siento ganas, de dejar de pelearla y dejarme vencer en la batalla, pero no sé por qué sigo en pie dando guerra para ganarla.
A veces me siento tan sola, tan débil, frágil.
A veces siento que no soy importante para nadie.
A veces siento ganas de que mi corazón se endurezca para dejar de sentir de una vez por todas.
A veces siento que todo el peso del mundo se encuentra sobre mis hombros.
A veces siento que ya no puedo más.
                                                                                                             
                                                         Gia.

Te perdono y me perdono.

Intenté escribir este post más de una vez, pero nunca supe encontrar las palabras adecuadas para esto que quiero contarles hoy... Todo surgi...