Cuando despertó, todavía estaba ahí, mirándolo con sus ojos increiblemente azules como el cielo, una sonrisa triste asomaba sus labios pintados de color carmín, con una de sus manos acariciaba su negro cabello lacio, mientras que la otra descansaba sobre una de sus largas piernas, parecía pensativa.
Del otro lado de la cama estaba él, con una mueca somnolienta que se transformó en tristeza al ver el boleto de avión que reposaba sobre la mesita de luz y las valijas a un lado del sillón, no quería despedirse, no quería dejarla ir.
Ninguno de los dos pronunciaba palabra alguna, sólo se miraban meticulosamente como si cada uno quisiera aprenderse la apariencia del otro de memoria, aprenderse todos y cada uno de sus detalles para que cuando estuvieran separados por lo menos podrían aferrarse a sus recuerdos.
Cuando sus ojos se conectaron, el tiempo parecía haberse detenido, sentían la sensación de que sólo eran ellos dos y que nada ni nadie los separaría jamás.
Él fingió que no sería la última vez que vería esos alucinantes ojos color cielo y ella juró que no sería la última vez que vería aquellos hermosos ojos color chocolate, que, con sólo mirarlos la enamoraban más, derretían cada parte de su ser y que habían sabido como ablandar su corazón endurecido.
Ella no podía olvidar que era una persona nueva gracias a él, no sabía que había hecho bien en la vida para poder tener a alguien como él a su lado, claro que no sabía que había hecho bien, si antes de conocerlo era una mala persona y su amor la salvó del abismo, de la venganza, del odio, él había sanado su alma y ella le debía todo.
Él no parecía pensar en nada, su mente estaba en blanco, sólo se dedicaba a observarla para grabar su apariencia en su mente, aunque le hubiera gustado que ella estuviera sonriendo, pero no era capaz de conocer a alguien que sonriera en esta triste y oscura situación, así que guardaría muy bien sus recuerdos de las sonrisas de su amada, pues, eran recuerdos muy valiosos.
El reloj marcó que faltaban cuarenta y cinco minutos para que tuviera que partir hacia el aeropuerto, él no la acompañaría para no hacer esto más duro y triste de lo que era, por lo que ahora aprovechaban sus últimos momentos juntos antes de su partida.
A los dos les hubiera encantado decirse algo, jurarse algo, prometerse algo, pero nada salía, las palabras en este momento parecían sobrar, ser huecas, vacías, no parecían alcanzar para expresar cuanto se amaban, y cuanto les dolía que tuvieran que separarse.
Una lágrima rodó por la mejilla de la morena, el chico rápidamente se levantó, se acercó a ella limpiando aquella lágrima con rapidez y dulzura, para luego a los pocos segundos, estrecharla fuertemente en sus brazos mientras ambos cerraban sus ojos, lloraban en silencio y deseaban que ese momento fuera eterno.
"Hasta siempre cariño" pensaron los dos al mismo tiempo mientras hacían más fuerte el abrazo.
______________________________________________________________________________
Esto salió un día cualquiera, escuchando una canción donde se hablaba justamente de esto.
Quise compartirlo con ustedes, porque creo que merece ver la luz del mundo, merece ser leído y apreciado como lo que es... Probablemente debo sonar egocéntrica al decirlo pero creo que en el crecí demasiado como escritora y amé los resultados de esto.
Espero que hayan podido sentir lo que sintieron cada uno de ellos, si lo detallé mucho fue porque quería que sintieran lo que cada uno, porque no hay nada mejor que meterse dentro de la persona sobre la que estás leyendo, sentir lo que siente para comprender la historia y sus actitudes.
Hasta luego.
Gia.
Se pueden encontrar tanto con algunos de mis creaciones, en los que, al terminar explico el contexto en el que fueron escritos, tanto como así mi punto de vista referidos a distintos temas, reseñas de libros o lo que salga de mi corazón porque dejo que las palabras salgan sin presión alguna, le pongo muchísimo amor y pasión a lo que escribo, escribir es mi liberación.
sábado, 30 de diciembre de 2017
jueves, 28 de diciembre de 2017
La prepotencia y la amabilidad.
Sobre lo que hoy quiero escribir es la gente que cree que siendo prepotente e imponiendo miedo es la mejor manera de hacer las cosas y que por eso todos estamos mal.
Yo sé que hay otros caminos además de la prepotencia, por ejemplo podés ser amable, y dulce con las personas y conseguía las mismas cosas que una persona prepotente consigue y algo mucho más importante que cualquier cosa material, cualquier necesidad o sueño, siendo amable con las personas conseguís que te quieran, ganarte el cariño de cada persona con la que tratas.
La prepotencia no es tener carácter, no es tener personalidad, es ser débil, es la única opción para que nadie nos lastime porque sufrimos demasiado, es crear una barrera protectora como autodefensa ante alguna posible ofensa, es no dejar que la vida te pase por arriba.
Está mal conseguir cosas a través de la prepotencia y el miedo, ese cascarón finge que adoras que te tengan miedo porque conseguís todo y una vez que te acostumbras piensas que no hay otra manera de conseguirlas, pero créanme que siendo amable conseguís las mismas cosas y el afecto de la gente, porque vamos, a mí no me vengan con eso de que una vez que cumplís tus metas y sueños no necesitas a alguien que te quiera, todos necesitamos ser queridos, ser amados, pero bueno esa es otra historia.
Hasta Luego.
Gia.
Yo sé que hay otros caminos además de la prepotencia, por ejemplo podés ser amable, y dulce con las personas y conseguía las mismas cosas que una persona prepotente consigue y algo mucho más importante que cualquier cosa material, cualquier necesidad o sueño, siendo amable con las personas conseguís que te quieran, ganarte el cariño de cada persona con la que tratas.
La prepotencia no es tener carácter, no es tener personalidad, es ser débil, es la única opción para que nadie nos lastime porque sufrimos demasiado, es crear una barrera protectora como autodefensa ante alguna posible ofensa, es no dejar que la vida te pase por arriba.
Está mal conseguir cosas a través de la prepotencia y el miedo, ese cascarón finge que adoras que te tengan miedo porque conseguís todo y una vez que te acostumbras piensas que no hay otra manera de conseguirlas, pero créanme que siendo amable conseguís las mismas cosas y el afecto de la gente, porque vamos, a mí no me vengan con eso de que una vez que cumplís tus metas y sueños no necesitas a alguien que te quiera, todos necesitamos ser queridos, ser amados, pero bueno esa es otra historia.
Hasta Luego.
Gia.
El amor, los caprichos de la vida y la injusticia del destino.
El otro día hablando con una amiga, salió el tema de que el destino y la vida son demasiado injustos con algunas personas, o en distintas situaciones.
Pongamos el ejemplo de que alguien se enamora fuertemente de una persona que está a miles de kilómetros y océanos de distancia, pero se sienten relativamente cerca, se perciben cerca como si sus corazones estuvieran conectados, sienten las mismas emociones a pesar de no saber exactamente que es lo que le pasa al otro.
Cada uno es el cable a tierra del otro, saben muy bien como calmarse y hacerse sentir mejor el uno al otro a pesar de que es por computadora, todo es mágico, en sí amar por primera vez es mágico, encontrar a tu alma gemela lo es, que esa persona te llene de ganas de vivir, de ganas de querer ser mejor persona, que te haga realmente feliz con tal sólo un saludo.
Pero la vida es caprichosa y el destino injusto, son dos personas destinadas a encontrarse en distancias equivocadas, lo que hacer que jamás puedan estar juntos a pesar del amor y el fuerte vínculo que comparten, como bien dice la frase "A veces el amor no es suficiente" y en este momento no lo fue, porque la distancia es una muestra de que el amor no siempre lo puede todo.
Habiendo hablado del amor, de lo injusto del destino, pasamos a los caprichos de la vida, esos que nos joden la vida, el destino ya te dijo que eso no iba a ser posible así que tu cerebro decide ignorar a tu corazón y comenzar a alejarte, a evitarle y hasta a dejar de entrar a los sitios en los que se encontraban, pero como les he dicho la vida es caprichosa y los vuelve a juntar una y otra vez, tú dices "No" y ella dice "Sí" y se jode en vos, en tu dolor y en tus esfuerzos por evitar a aquella persona.
Lo que les quiero decir es que, a veces podemos cambiar el destino, él rumbo de la vida e ir por esa persona, persiguiendo aquel sentimiento tan mágico y puro como es el amor, pero si hay algo que no podemos cambiar son los sentimientos, leí por ahí una frase que decía "Uno no es ni dueño de sus sentimientos, un día para otro sin percatarnos de nada, estos cambian sin darnos un mínimo aviso"
Ya habiendo sacado estas palabras que tenía atascadas y no sabia donde volcarlas, ya sintiéndome mejor, me despido.
Gia.
Pongamos el ejemplo de que alguien se enamora fuertemente de una persona que está a miles de kilómetros y océanos de distancia, pero se sienten relativamente cerca, se perciben cerca como si sus corazones estuvieran conectados, sienten las mismas emociones a pesar de no saber exactamente que es lo que le pasa al otro.
Cada uno es el cable a tierra del otro, saben muy bien como calmarse y hacerse sentir mejor el uno al otro a pesar de que es por computadora, todo es mágico, en sí amar por primera vez es mágico, encontrar a tu alma gemela lo es, que esa persona te llene de ganas de vivir, de ganas de querer ser mejor persona, que te haga realmente feliz con tal sólo un saludo.
Pero la vida es caprichosa y el destino injusto, son dos personas destinadas a encontrarse en distancias equivocadas, lo que hacer que jamás puedan estar juntos a pesar del amor y el fuerte vínculo que comparten, como bien dice la frase "A veces el amor no es suficiente" y en este momento no lo fue, porque la distancia es una muestra de que el amor no siempre lo puede todo.
Habiendo hablado del amor, de lo injusto del destino, pasamos a los caprichos de la vida, esos que nos joden la vida, el destino ya te dijo que eso no iba a ser posible así que tu cerebro decide ignorar a tu corazón y comenzar a alejarte, a evitarle y hasta a dejar de entrar a los sitios en los que se encontraban, pero como les he dicho la vida es caprichosa y los vuelve a juntar una y otra vez, tú dices "No" y ella dice "Sí" y se jode en vos, en tu dolor y en tus esfuerzos por evitar a aquella persona.
Lo que les quiero decir es que, a veces podemos cambiar el destino, él rumbo de la vida e ir por esa persona, persiguiendo aquel sentimiento tan mágico y puro como es el amor, pero si hay algo que no podemos cambiar son los sentimientos, leí por ahí una frase que decía "Uno no es ni dueño de sus sentimientos, un día para otro sin percatarnos de nada, estos cambian sin darnos un mínimo aviso"
Ya habiendo sacado estas palabras que tenía atascadas y no sabia donde volcarlas, ya sintiéndome mejor, me despido.
Gia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Te perdono y me perdono.
Intenté escribir este post más de una vez, pero nunca supe encontrar las palabras adecuadas para esto que quiero contarles hoy... Todo surgi...
-
El miedo según el diccionario es una alteración del ánimo que produce angustia ante un peligro o un eventual perjuicio,ya sea producto de l...
-
Tu ausencia duele, duele como el primer día después de que saliste de mi vida y te volviste sólo un personaje recurrente en ella que aparece...
-
En mi humilde opinión, los amores imposibles existen. Son esas dos personas que se aman con el alma y siempre tienen todo en contra cada ...