Es lo que nos hace tener miedo a la hora de enfrentarnos a lo que sentimos, es por eso que nos perdemos oportunidades de ser feliz con la persona que amás realmente, es por eso que algunas personas deciden quedarse en las sombras y vivir infelices toda su vida.
Hace ya casi dos semanas, tomé la decisión de dejar de esconderme... por mí, por mis sentimientos y por la chica de la que estuve años enamorada. Voy a reconocer que tuve miedo, mi familia es muy católica y está en contra, pero de la mayor parte de mi familia tuve una buena reacción hasta recibí unas palabras que me tomaron por sorpresa "Yo estaba en contra de todo eso, pero por vos lo acepto porque sos mi hermana, porque te amo y porque quiero que seas feliz" y eso me hizo pensar: ¿Llegaré a cambiar el pensamiento de mi familia? Porque yo sigo siendo la misma chica a la que vieron crecer, la misma chica a la que le gusta tomar mates, escuchar música, leer y sacar fotos... Nada cambió en mí. Pero ese es un dilema, una respuesta que no voy a recibir, porque probablemente una parte de mi familia ignore mi sexualidad y quieran forzarme a volverme heterosexual o probablemente "Ese tema no se toque" como muchos otros temas que están prohibidos.
Ojalá hubiera un mundo donde no tuvieramos que decir que somos "diferentes", un mundo donde solo bastara con decir "Me enamoré" sin importar el género de la persona. Ojalá hubiera un mundo donde hubiera más amor, menos odio y discriminación porque el amor no hace daño como el odio, la discriminación y la homofobia.
Quiero decirles que no están solos, que siempre va a haber alguien que esté de su lado, sean lo que quieran ser.
Gia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario